Particularidades alimentarias durante la adolescencia
Una época difícil
La adolescencia es una etapa de grandes cambios, tanto en lo que se refiere a la personalidad como a la apariencia física. Supone un período de transición de la infancia hacia la edad adulta, donde aumenta rápidamente el tamaño corporal, se desarrolla la maduración sexual, se evoluciona desde del punto de vista psicológico y social, etc.
No hay duda de que la alimentación del adolescente incide directamente en su salud y, a menudo, la actitud frente a los alimentos refleja las vivencias de los chicos y chicas en esta etapa de la vida. La imagen corporal, por ejemplo, adquiere una trascendencia que no existía hasta entonces, y ésta guarda una estrecha relación con la autoestima. No hay que olvidar que el adolescente es fácilmente influenciable por los amigos y los medios de comunicación.
El exceso de peso en la adolescencia
En Europa, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en chicos y chicas de 13 y 15 años es muy elevada. Lamentablemente, los datos de la Organización Mundial de la Salud sitúan a España como el segundo de 32 países (tras Malta), en sobrepeso y obesidad en niños de 13 años, y como el cuarto en jóvenes de 15 años (1).
Actualmente, la alimentación de los niños y adolescentes españoles se caracteriza por ser demasiado calórica y rica en grasas y azúcares, a la vez que existe un consumo insuficiente de verduras, legumbres, frutas y pescado, y es frecuente la omisión del desayuno. Por lo que respecta a la actividad física, ésta es mínima, pues la mayoría de actividades giran en torno a la televisión, el ordenador y los videojuegos (2).
Desequilibrios alimentarios
En la adolescencia, es frecuente la omisión de comidas, el picoteo, la comida rápida, el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas, etc. lo cual puede dar lugar a problemas nutricionales, como déficit de calcio, hierro y fibra, exceso de colesterol, etc. (3). Obviamente, los déficits nutricionales pueden repercutir de manera negativa en el rendimiento escolar, en las actividades deportivas y de ocio y en la vida del joven en general. Por ello, es muy importante la educación alimentaria, para corregir ideas equivocadas en torno a la alimentación y los ideales de imagen corporal.
Como todas las personas, los adolescentes requieren de un adecuado equilibrio entre el consumo y el gasto de energía, que les permitirá un crecimiento y desarrollo óptimos y que puedan alcanzar así su mejor condición física. Esta es una franja de la vida que requiere una aportación energética elevada, por lo que hay que prestar especial atención a la distribución de los alimentos a lo largo del día, evitando el picoteo y las grandes cantidades de alimentos en pocas comidas. Es aconsejable realizar 5 o 6 tomas al día, adaptadas a los horarios de las diferentes actividades que se realizan (4).
Referencias bibliográficas
(1) European Environment and Health Information System. World Health Organization Europe. Prevalence of excess body weight and obesity in children and alolescents. Fact Shett 2.3. May 2007. RPG2_Hous_E2. 2009.
(2) La utilidad de la actividad física y de los hábitos adecuados de nutrición como medio de prevención de la obesidad en niños y adolescentes
Documento de consenso de la Federación Española de Medicina del Deporte (FEMEDE). Separata de Archivos de Medicina del Deporte.
Septiembre-Octubre 2008;XXV(5):333-353. 2009.
(3) Centre d'Ensenyament Superior de Nutrició i Dietètica. L'alimentació de l'adolescent: consells i receptes. Barcelona : Pòrtic; 2001. 2009.
(4) Actividad física y salud en la infancia y la adolescencia. Guía para todas las personas que participan en su educación. Ministerio de Sanidad y Consumo. Ministerio de Educación y Ciencia. Madrid, 2006. 2009.
